Hablemos de despedidas,
de te echos de menos que se quedaron
guardados por miedo a llamar y molestarte.
De tu fuerza en ese cuerpo tan
pequeño, de tus quejas por tonterías y tus dulces besos de despedida. De esa
resistencia a las adversidades, de ser siempre la más bonita.
De los rezos por
pasar más tiempo juntas, de disfrutar como las que más los que teníamos.
De
esas conversaciones largas, por esa complicidad aun estando en la distancia.
De
la magia de tu sonrisa y del temblor de alegría de tu pecho al acercarnos.
Hoy has apagado tu luz, y has iniciado un viaje entre las
estrellas a reencontrarte con aquellos que has echado tanto de menos, seguramente
sonriendo como siempre. Riendo con los nuevos amigos y siendo feliz.
Porque siempre fuiste la heroína de cualquier historia, y aun
habiendo luchado contra viento y marea te vas sin despedidas porque nunca te
gustó vernos llorar. Dale un abrazo al abuelo de mi parte. Te quiero mucho,
siempre abu.